Tutún
El ritmo acelerado y cálido de Tutún atrae igual que la cadencia vertiginosa de las grandes urbes. En Tutún se conjugan el amor, la soledad, el trabajo, el vagabundeo sin sentido, la tranquilidad y la efervescencia emocional.
No hay otra metrópoli tan variopinta ni tan dinámica que otorgue a sus visitantes la sensación de conquista y de arrellanamiento en el sofá casero al mismo tiempo.
La ciudad invita constantemente al ejercicio y reúne a cientos de deportistas que participan en sus diversos festejos, triatlones y coreografías masivas. Pero también es el destino favorito de los enamorados, pues el amor se considera, más que una atracción turística, una parte esencial del día a día.
Visitar Tutún una vez es asegurar que se visitará mil veces más, o que uno lo dejará todo para echar raíces en las suaves y flexibles tierras en que se asienta esta obra cumbre de la civilización universal, algún día y para siempre. Si todo comenzó con el primer latido del Universo, todo comienza siempre en Tutún.