Peumancura
Bañada por el Mar Pontino y atravesada de este a oeste
por el río Umautú, Peumancura es una tierra dividida
por su historia, su clima y su gente. En su seno conviven
las eternas nieves de la Cordillera de los Oniros con las
ardientes dunas del Desierto de la Inconsciencia, el so-
fisticado encanto del Bosque Durmiente con las miste-
riosas catacumbas bajo el Barrio del Deseo.
Durante siglos, hombres y mujeres de todos los con-
tinentes han traído sus quimeras y también sus pesadi-
llas. Eso se ha impregnado en cada rincón de la ciudad
y dotado a sus calles, edificios y habitantes de un aire
entre insólito y plausible.
Los peumanches acogen a los recién llegados con el
afecto que se debe a quien ha recorrido un largo viaje y
que, tal como sus ancestros, arriba en busca de un ren-
cuentro con su pasado, alcanzar un olvidado anhelo o
sólo conseguir un poco de evasión.
La incesante actividad y estimulante oferta que
ofrece esta siempre seductora ciudad cumple con su
promesa de darle a cada uno de sus visitantes un re-
cuerdo imborrable. No has visto nada como este terri-
torio soñado. Ni lo volverás a ver.